REFLEXOLOGÍA INTEGRAL
(PODAL, MANUAL Y FACIAL)
En la actualidad, prestamos muy poca importancia a los pies, es el gran olvidado de
nuestro cuerpo y sin embargo, es la parte del cuerpo donde van a parar multitud de
terminaciones nerviosas.
La planta del pie y el pie en su conjunto, representa en forma esquemática la
totalidad del cuerpo y sus órganos. Este es el principio de la reflexología podal.
En ella, mediante el masaje se puede influir a modo reflejo sobre los
correspondientes órganos y vísceras, aparte de la importancia diagnóstica que tiene.
Los buenos resultados de la reflexología podal y la escasez de efectos secundarios,
hace que hoy en día, sea aplicada con más frecuencia por los profesionales
sanitarios.
La Reflexología se basa en el tratamiento de zonas reflejas, o lo que es lo mismo, en
masajear ciertas zonas que son el reflejo, en una zona concreta del cuerpo.
La Reflexología Podal aprovecha los conocimientos sobre las conexiones de nervios
entre segmentos internos de órganos, músculos y piel, para influir a nivel reflejo,
sobre dolencias desde el exterior.
Esta técnica de aplicación, es adecuada para crear una estimulación en las zonas
reflejas de los pies que refuercen las funciones corporales.
¿POR QUÉ EL PIE?
Existen distintos campos de zonas reflejas, pero hemos elegido el pie por: su
tamaño, lo hace cómodo de manejar y su sensibilidad.
Estas dos premisas hacen que el pie sea la zona refleja del cuerpo donde se obtiene
mayor eficacia terapéutica, aunque también se realiza en manos, cara y otras.
BENEFICIOS DE LA REFLEXOLOGÍA
· Es relajante.
· Reduce el estrés.
· Mejora la circulación.
· Permite la liberación de toxinas.
· Equilibra trastornos de los distintos sistemas (nervioso, digestivo, respiratorio, endocrino, circulatorio, linfático.)
· Revitaliza la energía.
· Actúa de forma preventiva.
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